José Miguel Piquer: “No tendremos una generación perdida: hemos logrado salvar el año”

El académico participó en un encuentro sobre educación en tiempos de crisis, organizado por la Cámara Chilena-Británica de comercio

La evaluación es clara: “el esfuerzo de los docentes, de los profesionales de las tecnologías y la comprensión de los estudiantes permitió salvar el año académico. Es impresionante haber sobrevivido a este año”, afirmó el Vicerrector de Tecnologías de la Universidad de Chile, José Miguel Piquer. El docente e ingeniero en computación afirmó que durante 2020 se trabajó en una modalidad online de educación de emergencia. “Ahora hay que pensar en cómo alcanzamos un modelo de educación completamente online”.

El formato de Educación Online es más flexible y tiene sus propias características Así, cada estudiante avanza a su ritmo, recalca Piquer. A modo de anécdota, comentó que ha visto a alumnos que ven y escuchan los videos de las clases al doble de velocidad. “Si no entienden algo, lo reproducen normalmente ¡Y les funciona!”.

Pero también, hay que trabajar, imaginar y construir la universidad más allá de la emergencia y más allá del 2022. Podemos pensar en el estudiante diverso: algunos prefieren la clase; otros leer la bibliografía y dar pruebas. Si generamos un sistema en formato online, robusto, podemos pensar en otro tipo de estudiantes como el que trabaja o en los extranjeros

comenta el Vicerrector de Tecnologías de la Universidad de Chile.

Reconoce que los universitarios son más adultos y tienen una mayor cercanía con la tecnología. Sin embargo, “pudimos descubrir que un 10% tuvo problemas para presencia las clases. Tratamos de solucionar, entregando becas de conectividad y equipos básicos”.

Desde otra perspectiva, Piquer señala que hay mucho cansancio, pero el establecimiento de rutinas “ayudo a mejorar el estado de ánimo”. El próximo año será distinto, quizás mixto o “híbrido”. “Tenemos que seguir pensando en cómo hacer que sea más liviano”.

En ese sentido Luis Marcos Barros, director educacional de Cognita-Chile, recordó que para esta crisis nadie estaba preparado. “La tecnología respondió a la altura necesaria, pero como medio necesita emocionalidad docente y familiar y un buen proyecto académico de respaldo”.
Por su parte, Joaquín Triandafilide, de la Asociación Chilena de Neuroaprendizaje, remarco que es necesario nivelar las brechas de todo tipo, para poder avanzar en una mejoría educacional en esta crisis.