La inteligencia artificial que investiga crímenes
07/09/2023
¡Mira lo que hace mi guagua! – Reflexiones sobre el Sharenting
20/09/2023-
Hace 200 años los cursos a distancia se entregaban por correo, pero en esta época de transformación digital los y las estudiantes pueden elegir cuándo ver la clase del profesor.
Según los historiadores, en 1840, Isaac Pitman fue el primero en enviar cartas con instrucciones para escribir más rápido. En la década de 1930 el curso de correspondencia de Charles Atlas prometía un verano sin polera y es un ejemplo de la presencia de la educación a distancia en el tiempo. Desde esos primeros intentos de educación asíncrona hasta el día de hoy han pasado muchos bits por la fibra óptica.
La educación a distancia y online partió con la radio. “Yo recuerdo que en Skippy -una serie australiana que exhibieron en los 70 en Chile- el protagonista tenía clases por radio”, recuerda el ingeniero en computación Darío Riquelme, uno de los encargados del diseño e instalación de las salas híbridas en la Universidad de Chile. Esa serie que narraba las peripecias de una familia perdida en el inmenso territorio australiano, Riquelme encontró una pasión, la radiotelefonía, y una razón, la ingeniería.
En Chile los intentos de tele educación, educación a distancia y varios conceptos relacionados, han sido variados. Desde las clases de fotografía en Teleduc, con el profesor Juan Domingo Marinello hasta las defensas de tesis realizadas por Zoom durante la emergencia por Covid-19 casi todo ha cambiado. Lo permanente es la intención de que el proceso de enseñanza aprendizaje continúe pese al viento y la marea.
Y la tormenta para la comunidad comenzó en marzo de 2020 cuando desde la rectoría anunciaron un decreto que “dispone medidas excepcionales para el desarrollo y ejecución de las labores del personal académico y de colaboración de la Universidad de Chile”.
Había que buscar herramientas y se decidió que las clases se realizarían mediante la plataforma Zoom y que el trabajo de los funcionarios se desarrollaría mediante las aplicaciones que entregaba Google.
Los y las ingenieras encontraron herramientas para la emergencia y la Universidad comenzó a realizar las clases mediante la plataforma Zoom. Además, la comunidad tenía acceso a sistemas colaborativos como los que siguen siendo provistos en la suite Google Workspace for Education.
La “normalidad” de 2022 trajo incertidumbre y nuevos desafíos. Las salas híbridas, que se instalaron para cumplir con el aforo dispuesto por la autoridad, comenzaron a tener nuevos usos. En Teatro, una profesora hacía clases de canto para alumnado de diferentes países y en Veterinaria, la sala de cirugía para animales menores se llenó de estudiantes presenciales y virtuales, comentó Rodriguez.
LOS DESAFÍOS
En la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas las salas reciben a alumnas y alumnos de postgrado desde distintas partes del mundo comentó el Secretario de Estudios Alejandro Bustamante, quien también es el Director del Centro de Informática Química.
Los y las profesoras de la Facultad se adaptaron a todos los cambios, pero existe un área en la cuál la presencialidad es relevante: “los laboratorios”,agregó.
“Estamos estudiando las diversas tecnologías que permiten acercarse a la experiencia práctica de los laboratorios”, explicó Bustamante. En esta área hay de todos los tipos, incluidas algunas que agregan realidad virtual y mejoran la experiencia, pero “lo práctico es insustituible, por el momento”.
Otro desafío es la realización de evaluaciones. “lo importante, en el caso de las salas híbridas, es que todos los y las estudiantes tengan la misma oportunidad”, recalca el Secretario de Estudios de Ciencias Químicas y Farmacéuticas.
