La Unión Europea cambia su normativa para reducir la chatarra electrónica

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  • Expertos de la Universidad de Chile opinan sobre el nuevo estándar de cargadores en Europa.
  • A contar de 2024, todos los aparatos electrónicos -como teléfonos, tablets y cámaras- deberán usar el estándar USB-C para cargar y conectarse. 
  • ¿Sabes cuánto ahorro produce esta nueva norma?

 

Chile, con sus 18 millones de habitantes, genera cerca de 10 kilos de basura electrónica por persona cada año, lo que suma unas 180 mil toneladas de chatarra. La cantidad de e-waste que generan los países de la Unión Europea, con sus 447 millones de habitantes es -aunque suena obvio- muy superior.

Por eso cada decisión suma. La última de estas normas es la aprobación por parte del Parlamento Europeo de unificar el estándar de carga. La mayoría, 602 representantes, votó a favor, 13 en contra y 8 abstenciones. Así, el año 2024, todos los cables de carga de aparatos electrónicos, de cualquier marca, deberán utilizar el estándar USB-C.

Según la normativa "todos los nuevos teléfonos móviles, tablets, cámaras digitales, auriculares y cascos, consolas de videojuegos portátiles y altavoces portátiles, lectores electrónicos, teclados, ratones, sistemas de navegación portátiles, auriculares y portátiles recargables a través de un cable, que funcionan con un suministro de energía de hasta 100 vatios, deberán estar equipado con un puerto USB tipo C".

 

¿Pero qué tan importante es un cable de casi un metro en términos económicos?

Según explica Margrethe Vestager, comisaria de Competencia de la Comisión Europea, esta medida ayudará a ahorrar unos 250 millones de euros al año y reducir en 11.000 toneladas los residuos electrónicos.

Para el Jefe (s) de la Oficina de Ingeniería para la Sustentabilidad de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, Pablo Garrido,

este tipo de medidas legales son muy buenas y que van en la dirección correcta porque van impulsando la unificación de estándares que impacta sobre los consumidores, pero también impacta sobre el planeta, porque dejamos de requerir aparatos que muchas veces tenemos en exceso. 

La decisión de la Unión Europea “es una muy buena señal internacional y que de seguro puede marcar la pauta en el caso de Chile y puede ser replicable en regiones como América Latina”, agrega el ingeniero químico.

EN CHILE

 

Según la publicación paiscircular.cl, Chile es el país con mayor cantidad de basura electrónica en la región. En 2017 generaba unos 9,6 kilos de chatarra al año y en 2027 los basureros sumarán 14 kilos. El reciclaje es bajo, de acuerdo a un estudio realizado por el ministerio del Medio Ambiente y Fundación Chile, sólo el 3,4% de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) son tratados, lo que corresponde a 320 gr. por habitante.


Para el Vicerrector de Tecnologías de la Información, José Miguel Piquer, la cantidad de chatarra electrónica obedece al “consumismo electrónico, que nos motiva a tener siempre la última tecnología disponible”, pero también hay una práctica industrial denominada obsolescencia programada de los dispositivos. “Es decir, aquellos que no quieren renovar permanentemente sus equipos se ven obligados a hacerlo. Esto funciona con baja duración física de los conectores, botones y componentes internos que van fallando. Y, también se acompaña de cambios en los conectores, cables y protocolos inalámbricos, que hacen que los accesorios dejen de funcionar con las nuevas versiones”, agrega Piquer. La práctica industrial y el consumismo generan miles de toneladas de residuos electrónicos.

Parece ser necesario -dice el ingeniero químico- legislar para que los fabricantes produzcan dispositivos de mejor calidad y que tengan una mayor vida útil. “Esa decisión política es beneficiosa para consumidores y consumidoras, pero también para el planeta”, concluye Garrido.


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