Sin #IA y con ingeniería pura: así funciona el metro de Santiago

• La clave de todo está en el control control automático de trenes basado en comunicaciones y que funciona desde 2016 en la red de transporte subterránea..

Como la Inteligencia Artificial es una tecnología de punta -y de moda- la tendencia es imaginar que todo está controlado por una máquina de IA. Pero hay procesos altamente eficientes que son el producto de otro tipo de otro tipo de sistemas basados en comunicación, sensores y la aplicación de ingeniería.
El Metro de Santiago utiliza en sus redes un sistema de control automático de trenes basado en las comunicaciones (CBTC por la sigla en inglés de Communications Based Train Control). Una tecnología desarrollada por varias compañías y que comenzó a usarse a mediados de los años 90 en Malasia.
Antes de esa ápoca los trenes usaban sistemas convencionales de señalización ferroviaria. Gracias a sensores si un convoy ingresaba a un tramo de vía, ésta se registraba como ocupada y ningún carro podía entrar. Además, había señales luminosas que indican si el conductor puede avanzar, reducir la velocidad o detenerse. Conjuntamente con lo anterior desde un puesto de control, un grupo de ingenieros se mantenía observando y verificando la ubicación de cada tren para regular el tráfico según los requerimientos. Si todo lo demas fallaba un mecanismo automatizado ponia en marcha un freno de emergencia.
El control automatico CBTC fue instalado en Chile en el año 2016 y desde ese momento mejoró la eficiencia de la red subterránea y aumentó la seguridad.
Funciona sobre la base de equipos y sensores que informan constantemente sobre el estado de cada convoy. Los datos incluyen desde la posición exacta del tren y su velocidad hasta si las puertas están abiertas o cerradas. El centro de control “evalúa” instantánea y automáticamente la “zona de vía liberada” para cada tren, que es la máxima distancia que puede recorrer de forma segura sin chocar.
Los primeros carros sin conductor fueron instalados en la línea 6 que une las comunas de Cerrillos con Providencia.

Rodrigo Mundaca – VTI