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16/04/2020Formar personas y contribuir al desarrollo espiritual y material de la nación es el compromiso que la Universidad de Chile ha asumido ante el país dese su fundación. Para hacerlo, día a día cientos de personas ponen a disposición sus conocimientos, con voluntad y vocación de servicio, para construir liderazgo en las artes, las humanidades, las ciencias y las tecnologías; a través de la docencia, la investigación y actividades de extensión y creación.
Tras dictarse emergencia sanitaria, ante la explosiva propagación del virus covid-19, empujó que muchas de estas labores deban modificar sus metodologías y plazos cotidianos. Procesos como la matrícula de estudiantes, firma electrónica para la generación de decretos y otros documentos, declaración jurada y asignación de becas y créditos, y la contratación de personal y el pago de sus remuneraciones, son algunos de los procesos administrativos que permiten que la Universidad se mantenga operativa, por lo que no pueden ser interrumpidos.
Es por esta razón que se ha privilegiado concentrar los esfuerzos en asegurar la operación de los sistemas esenciales de la Universidad de Chile y el correcto funcionamiento de procesos críticos; así como disponibilizar plataformas y herramientas que contribuyan al trabajo remoto, por sobre el desarrollo de nuevos proyectos.
De esta manera, es posible apoyar a las diferentes áreas y Facultades de la Casa de Bello en sus necesidades de una forma oportuna. “Hemos definido directrices que permiten asegurar que los procesos críticos de nuestra Universidad se mantengan operativos, como son firma electrónica de documentos, administración de las cuentas UChile, la gestión de documentos en la Contraloría interna, entre otros procesos”, cuenta Cristian Canave, subdirector de Mantención y Operaciones TI de la Dirección de Servicios de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (DSTI).
Apenas comenzó este proceso, que luego implicaría la suspensión de las actividades presenciales en las dependencias universitarias “tomamos contacto con nuestros usuarios internos para mantener una comunicación efectiva con herramientas que facilitan el trabajo remoto, asegurándoles que hoy más que nunca estaremos trabajando en equipo”, remarca.
Para lograrlo “nuestra primera medida fue estandarizar las condiciones mínimas que requiere un trabajo a distancia para cada uno de los colaboradores de la DSTI, identificando roles críticos en la cadena de cada uno de los procesos que lleva adelante la Universidad” explica, y enfatiza que, además “estamos buscando instancias para mantener a los equipos motivados, entendiendo que cambiar la rutina de golpe y trabajar desde casa no siempre es fácil, más aún cuando muchos de nuestros compañeros son mamás y papás, y también están apoyando a sus hijos en edad escolar”.
“Hemos concentrado nuestro esfuerzo para adaptarnos de manera ágil a este nuevo estado de emergencia. Nuestro compromiso es mantener el buen funcionamiento de la Universidad, de sus sistemas; de la mano de un apoyo tecnológico a todas las personas que son parte de estos procesos”, señala.