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tec.mx
Según UNICEF, un tercio de los niños, niñas y adolescentes sufren algún tipo de acoso escolar. La Superintendencia de Educación, informó que el año pasado, durante las cuarentenas, las denuncias por ciberacoso aumentaron en un 86%.
El acoso escolar o bullying y el ciberacoso, son realidades que pueden estar presentes en cualquier lugar donde haya niños, niñas y adolescentes en edad escolar. Ambas acciones, acoso escolar y ciberacoso, están estrechamente relacionados. El ciberacoso o ciberbullying es una forma de violencia que utiliza medios tecnológicos o redes sociales.
El impacto, del ciberacoso según un documento reciente del MINEDUC, es mayor. En muchas ocasiones, las agresiones son anónimas, “lo que contribuye a aumentar la ansiedad y sensación de paranoia de la víctima, ya que el agresor podría ser cualquier persona. El ciberacoso incluye conductas de violencia psicológica, social, agresiones, amenazas, insultos, suplantación de identidad, difusión de material denigrante para la víctima o exclusión en línea”.
En este sentido, el presidente de fundación Whilolab, Carlos Montoya indica que
en la mayoría de los casos, los adultos, que tenemos bajo nuestro cuidado a los niños y niñas, no fuimos preparados para prever y manejar estas amenazas. En este escenario, se hace imprescindible contar con instrumentos que permitan a la comunidad en general, y especialmente a la comunidad educativa, reaccionar frente a las amenazas presentes en el Ciberespacio de manera oportuna y contundente.
Como una forma de concientizar sobre el problema, el primer jueves de noviembre de cada año, fue declarado como el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, incluido el Ciberacoso. Con esto, se busca acabar de una vez por todas con un tipo de violencia, que afecta a la población infantil a nivel mundial y que provoca terribles secuelas psicológicas.
Para la presidenta de la fundación Protege tu Huella, Paola Vera “la falta de conciencia, preparación y educación de futuros y actuales ciudadanos digitales como concepto y ejecución de este, es aún un debe en nuestro país. Hay planes de incluir incluso una asignatura de ciudadanía digital en los colegios, lo que sería sin duda un gran avance.”
El año pasado, las denuncias por bullying cibernético aumentaron en 86%. En números, subió de 14 cada 100, en 2019, a 26 de cada 100. El estrés y el aburrimiento provocado por el confinamiento podrían ser la causa de este incremento.
Unicef describe el problema como una situación de extrema gravedad. “Cuando el acoso ocurre en línea, la víctima siente como si la estuvieran atacando en todas partes, hasta en su propia casa. Puede parecerle que no hay escapatoria posible. Las consecuencias pueden durar largo tiempo y afectar a la víctima de muchas maneras:
- Mentalmente. Se siente preocupada, avergonzada, estúpida y hasta enfadada.
- Emocionalmente. Se siente avergonzada y pierde interés en lo que le gusta.
- Físicamente. Se siente cansada (pierde el sueño) o sufre dolores de estómago y de cabeza.
Sentirse objeto de burla o de acoso puede impedir que la víctima hable con franqueza o trate de resolver el problema. En casos extremos, el ciberacoso puede llevar a quitarse la vida”. Según la opinión de Paola Vera
es de esperar que llegado el momento contemos con docentes preparados para compartir y enseñar los conceptos de la ciudadanía digital y lo que implica. Tener buenos ciudadanos digitales en los colegios debería reducir las estadísticas de conflictos digitales ya que concientiza respecto del respeto hacia el otro online, los derechos y los deberes que ahí se comparten.
La recomendación del Mineduc es acompañar, guiar y educar a los niños y jóvenes en el autocuidado y conocimiento de los medios digitales y el uso responsable y equilibrado de estas herramientas. Además de brindarles afecto, escucharlos y favorecer una comunicación asertiva en un entorno de confianza.
Fuentes:
