¿Cómo funciona el Internet de las cosas? La relación entre mi refrigerador y la despensa: una historia tecnológica

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Si hay confianza, todo es posible ;-)

A quién no le gusta internet?, usar google para buscar información y mejorar nuestro trabajo?, reservar una entrada al cine o teatro?, enviar emails?, whatsapp?, comunicarnos?, etc. Difícil imaginar nuestro día a día sin usar internet.

A quién no le gustan las cosas que usamos a diario?, nuestras sillas, anteojos, lápices, microondas, refrigerador, ropa para abrigarnos, el automóvil, etc. Difícil imaginar nuestra vida sin estos objetos.

En el mundo digital o computacional es fácil hacer que todo converse con todo, por ejemplo mi facebook conversa con otro facebook, intercambiamos emails, nos llamamos por teléfono, los grupos de whatsapp nos comunican a veces mucho más de lo que queremos, interrumpiendo nuestras vidas, causándonos hiperconectividad.

Hoy es posible construir una red de comunicación, entre nuestros objetos ordinarios: sillas, mesa, sofás, refrigerador, la caja de leche o envase de mayonesa, de modo que estén conectados a internet.

Entonces el Internet de las cosas o “IoT” ( por Internet of the Things) permite que múltiples objetos tecnológicos puedan enviar, es decir, crear y transmitir, recibir e interpretar datos. El hecho de poder intercambiar datos nos permite tener conversaciones con nuestra silla, refrigerador y además que conversen entre ellos.

Así, el refrigerador puede saber cuánta leche tiene y consultar a la despensa si es que quedan otras cajas de leche, para luego informarme que, si no paso al supermercado, mañana el desayuno será café negro. O incluso, depende de la confianza que tengamos con el refrigerador y la despensa, que ellos compren directamente la leche a una aplicación.

Cómo es esto posible?. Dividimos el concepto en 4 componentes:

  • Hardware: son pequeños sensores básicos que se incorporan a los objetos. Un sensor de apertura de una puerta, un tag bluetooth, una tarjeta RFid o de proximidad, un detector de humo o de nivel de líquido.

  • Datos: Son la razón de todo, es lo que se mide, se censa y se calcula. El lenguaje para transmitir la información, no es inglés, alemán o chino, sino formatos digitales como Jason o Xml, optimizados para decir más con menos. Esto es conocido como “hablar en data”.

  • Software: Es la capa que interpreta, controla y analiza la datos transmitidos transformándolos en acciones que tienen algún beneficio para nosotros. Es el cerebro o el director de las cosas. Mediante el uso de interfaces de programación de aplicaciones -API-, diferentes softwares pueden conversar entre sí, permitiendo que toda esta inteligencia sea distribuida y usada de múltiples formas simultáneamente.

  • Conectividad: Existen pequeños transmisores de radiofrecuencia que unidos a los sensores (hardware) son capaces de transmitir información, permitiendo conversar en “data” con los sensores. Sin duda hemos visto importantes avances en conectividad, pasando desde celulares como ladrillos a los smartphones de hoy, de GSM a 5G, del cable al Wifi, por lo que no es sorpresa que existan estas redes de intercambio de datos que permitan una relación significativa entre el refrigerador y la despensa.


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