Pobreza y Violencia contra la Mujer

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Resumen

La violencia contra la mujer es uno de los temas que menos atención ha tenido durante la pandemia. Los robos de automóviles, por ejemplo, ocupan más tiempo en televisión que los delitos de género.

Lo anterior, probablemente, se debe a una situación relacionada con los elementos periodísticos con los que se cuenta en el momento de editar y publicar la nota.  Sin embargo, creemos que tenemos el deber ético de contar e informar sobre la violencia contra la mujer si tenemos datos o nuevas relaciones de datos.

En este último trabajo desarrollado por Renato Onofri del Observatorio de Datos, mostraremos la violencia de género como un problema asociado a la pobreza como problema multidimensional.

Esperamos, que el análisis de los datos, sea útil para la toma de decisiones en materia de políticas públicas.

 

Introducción

En el informe anterior del Observatorio de Datos Sociales de la VTI se reveló que La Pintana, a pesar de registrar considerablemente menos denuncias por violencia contra la mujer que Puente Alto (y que otras comunas con mayor cantidad de habitantes), es la comuna de Santiago con el índice porcentualmente mayor de estos delitos. Es decir, existe una situación latente en La Pintana, que la lleva a posicionarse en el primer lugar de este listado.

En este sentido, una de las hipótesis que surge en torno al fenómeno descrito más arriba, es que son las comunas más pobres (entendidas como aquellas con un índice de pobreza mayor) las que coincidentemente registran más delitos de violencia contra las mujeres. Por lo que, para corroborar (o desechar) la hipótesis, el presente informe examina los datos del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, y los compara con los índices obtenidos en el análisis anterior.

Estadísticas de pobreza

Para la realización del siguiente análisis se utilizaron los datos de pobreza por comunas del Ministerio de Desarrollo Social y Familia. Esta información fue generada por dicho organismo en 2017, tomando como base la encuesta CASEN del mismo año (la última CASEN disponible a la fecha). Por lo tanto, las estadísticas de pobreza a las que nos referimos son las más actuales con las que cuenta el Ministerio, además de que, como se verá más adelante, las estimaciones de pobreza dependen de una metodología bastante compleja.

Cabe destacar que se emplearon las dos formas de medir la pobreza consideradas por el Ministerio; la primera, que consiste en un estudio de los ingresos de los hogares chilenos, y si acaso estos superan la línea de la pobreza; y la segunda, que incorpora otras variables como: acceso a la educación, estado de la vivienda, ocupación de los integrantes, entre otros.

Adicionalmente, se volvieron a utilizar los resultados obtenidos en el artículo anterior, los cuales hacen referencia a la tasa de denuncias por violencia contra la mujer en cada comuna de Santiago.

Para un mayor detalle acerca de las metodologías para estimar la pobreza y de los cambios que introdujo el Ministerio en esta materia a contar de 2013, se recomienda revisar el siguiente enlace.

Pobreza según ingresos

Esta medición requiere la creación de una canasta básica de alimentos que contenga las calorías y nutrientes necesarios para la subsistencia de un individuo. La canasta es valorizada según precios de mercado y se fija la línea de la pobreza como una fracción de dicho valor (con una fracción del valor todavía un individuo puede aspirar a un mínimo de calidad de vida, aunque no en condiciones óptimas). De acuerdo con esta metodología, un hogar se considera pobre si el salario de sus integrantes (junto con otros tipos de ingresos) no superan la línea de la pobreza. Los valores también se ajustan según la cantidad de personas por hogar.

De acuerdo con las estadísticas del Ministerio de Desarrollo Social, las 10 comunas de Santiago con mayor porcentaje de hogares bajo la línea de la pobreza (medida según ingresos) son:

Vemos que La Pintana es la comuna más pobre según ingresos, registrando un 14.1% de habitantes bajo la línea de la pobreza. Adicionalmente, notamos que La Pintana posee una diferencia significativa con los valores que presentan las demás comunas, ya que El Bosque y San Bernardo le siguen con 9.6% y 9.4% respectivamente.

Pobreza multidimensional

Para tener un diagnóstico de pobreza más preciso, existen metodologías y estándares internacionales que permiten incorporar otras variables a la medición de este fenómeno. Es decir, ampliar los criterios más allá de los ingresos y la canasta básica.

A esta aproximación se le llama multidimensional, ya que implica el análisis de diversos ejes relacionados con la calidad de vida y proyección (movilidad social, por ejemplo) que tienen los hogares chilenos y sus integrantes. Algunas de las dimensiones que se incorporan son:

  • Educación: Se miden aspectos como la asistencia a clases y la escolaridad de quienes componen el hogar. Por ejemplo, se considera que un hogar presenta problemas de escolaridad si al menos uno de sus integrantes mayores a 18 años, no cumple con el mínimo que indica la ley para su edad.
  • Salud: Se analiza la malnutrición en niños, afiliación a un sistema de salud (público o privado), atenciones de salud recientes y la posibilidad (o imposibilidad) de que los integrantes del hogar se atiendan en caso de presentar algún problema de salud.
  • Trabajo y seguridad social: Son evaluados la ocupación de los integrantes (cesantía), la seguridad social (cotizaciones en AFP) y las jubilaciones (si acaso los integrantes en edad de haber jubilado reciben pensión o algún otro tipo de ingreso).
  • Vivienda: Se toma en cuenta el hacinamiento (personas por dormitorio), estado de la vivienda (si esta presenta problemas en los muros, techos o suelos, o si se trata de una mediagua o vivienda precaria) y acceso a servicios básicos (agua potable, principalmente).

Por lo tanto, la medición multidimensional puede mostrarnos una “imagen más real” de la pobreza en nuestro país (para mayor detalle metodológico se recomienda consultar este informe). A continuación se muestran las 10 comunas de Santiago con mayor tasa de pobreza multidimensional:

De acuerdo con este segundo método de evaluación, las comunas más pobres no concuerdan (en su totalidad) con las observadas según pobreza por ingresos. También podemos notar que bajo este nuevo criterio, son muchos más los hogares que se clasifican como pobres, lo que nos da luces de que, a pesar de que una familia cuente con ingresos superiores a la línea de la pobreza, dicha familia puede tener otras carencias (educación, salud, trabajo y vivienda) que le dificulten un bienestar mínimo deseado.

Por otra parte, vemos que Lo Espejo se posiciona como la comuna con mayor porcentaje de pobreza multidimensional, y le siguen Cerro Navia y La Pintana; esta última nuevamente aparece dentro de las comunas más pobres.

 

Comparación entre pobreza e índice de violencia

Como se mencionó en el análisis anterior de nuestro Observatorio de Datos Sociales, las 10 comunas con un índice más alto de denuncias por violencia contra la mujer son:

En forma gráfica, dicho fenómeno se presenta en el siguiente mapa de Santiago:

Debido a que en las distintas mediciones de pobreza mostradas más arriba, así como en el índice de violencia contra la mujer, se repiten algunas comunas, consideramos de interés analizar si existe correlación entre ambos fenómenos. Es por esto que, teniendo en cuenta dicho objetivo, a continuación graficamos el índice de violencia contra la mujer en conjunto con el porcentaje de pobreza según ingresos:

Observamos que La Pintana es la comuna con mayor cantidad de hogares bajo la línea de la pobreza, al mismo tiempo que registra porcentualmente más denuncias por violencia contra la mujer. De forma similar, San Bernardo y El Bosque aparecen en un “segundo lugar” de violencia y pobreza. En general, se puede apreciar una alta correlación para ambos fenómenos, aunque vemos bastante dispersión en “el centro” de la gráfica; por ejemplo, San Ramón y La Granja registran porcentajes de pobreza similares a los de San Miguel, sin embargo, esta última presenta una tasa bastante menor de denuncias por violencia contra la mujer que las dos primeras comunas.

Si, en cambio, observamos lo que ocurre con la pobreza multidimensional (recordemos que esta medición entregó resultados algo diferentes a la pobreza por ingresos), notamos una mayor correlación con los índices de violencia contra la mujer:

Este resultado nos indica que La Pintana se mantiene dentro de las comunas más pobres, y que, si bien es cierto, Lo Espejo y Cerro Navia presentan porcentajes de pobreza mayores, La Pintana las supera ampliamente con respecto a las denuncias por violencia contra la mujer.

Por otra parte, si retomamos el ejemplo de San Ramón, La Granja y San Miguel, ahora vemos que el nuevo gráfico de dispersión sí concuerda con la idea de que a mayor pobreza (ahora como pobreza multidimensional) se tiene un índice mayor de denuncias por violencia contra la mujer. Notamos que San Ramón y La Granja “se han movido” hacia la derecha del gráfico, por lo que en esta segunda visualización, se perciben como “más pobres” que en la primera.

Resulta bastante intuitivo que la pobreza, entendida como un conjunto de factores socioeconómicos (educación, ingresos, vivienda, salud, etc.), guarde gran correlación con los delitos de violencia contra la mujer. Sin embargo, cabe preguntarse si acaso esto es mucho más genérico, y si es, por lo tanto, una correlación entre pobreza y “delincuencia a secas” (todo tipo de delitos).

 

Conclusiones

  • Existe una alta correlación entre el índice de violencia contra la mujer y el porcentaje de hogares en situación de pobreza (por comuna). Esto es especialmente válido si se considera la pobreza multidimensional.
  • La Pintana vuelve a aparecer como una de las comunas con mayores urgencias sociales a las que atender.
  • Es probable que la situación planteada en este artículo tenga que ver con la delincuencia en general (denuncias de todo tipo de delitos), y no sea una condición exclusiva de la violencia contra la mujer.

Si bien es cierto, correlación no implica causalidad, ¿es posible que si trabajamos para mejorar las condiciones de vida de todos los hogares, también estemos combatiendo la violencia contra la mujer?

Con este artículo concluimos el ciclo de análisis sobre violencia contra la mujer en Santiago.



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