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21/04/2020¿Cómo adaptar los modelos de educación presencial a una experiencia virtual que permita un aprendizaje eficaz y, a su vez, que sea atractiva para los estudiantes? Esa es la pregunta que intentaron responder especialistas de diferentes instituciones del mundo, ante la nueva experiencia de clases online que han implementado las escuelas y universidades a consecuencia de la cuarentena por covid-19.
“Al parecer la enseñanza online no estaba dentro de la experiencia online que los jóvenes tenían como expectativa en su vida. Lo online ha tenido que ver más con distracción y relajo en la vida cotidiana de las personas. Ahora le estamos diciendo que tiene que ponerse en rol de estudiante, con el lenguaje y actitud que conlleva eso, frente a una cámara y a un chat y frente a diferentes interfaces y sistemas”, planteó Leonardo Madariaga, director del Departamento de Ingeniería Diseño de la Universidad Técnica Federico Santa María al inicio de su intervención en este encuentro, que fue convocado por Edutic, el pasado 14 de abril, el que también se realizó en un entorno virtual y en la que además estuvieron representadas la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas de Perú, Universidad Autónoma de Occidente (Colombia) y la Universidad de Chile.
“Y en el último tiempo, cuando la educación comienza a entrar en esa esfera de la vida cotidiana de los jóvenes se produce esa resistencia al cambio, como si nos estuvieran diciendo ‘este espacio yo lo tenía para otra cosa, otras interacciones’” sostuvo el especialista y añadió que “es ahí donde nos damos cuenta que las habilidades que los estudiantes tenían frente al uso de las tecnologías, se ven limitadas por un tema de resistencia al cambio”.
Tras la rápida propagación del Sars-CoV-2, los países tuvieron que migrar rápidamente sus diferentes actividades a modalidad remota. Y fue así como miles de niños y jóvenes de todo el mundo reemplazaron sus sillas en la sala de clases por pantallas de computador en sus casas.
De acuerdo a cifras de la Unesco, cerca de 1.54 billones de estudiantes del mundo dejaron de participar en clases presenciales, y cerca de 60 millones de docentes han tenido que reestructurar sus contenidos, diseñados para ser expuestos en el aula, a un escenario virtual.
La Universidad de Chile no ha sido la excepción, y ha estado trabajando intensamente para habilitar herramientas digitales, además de prestar apoyo instruccional a los académicos y académicas, que permitan continuar con la labor educativa de la institución.
En este contexto, Cecilia Saint-Pierre, directora de la Unidad de Educación Online (EOL) de la Casa de Bello explicó que “lo que hemos estado haciendo es pensar en una fase de ‘transición de presencialidad virtual’, en donde la mayoría de los docentes no ha hecho cambios instruccionales, sino que hace su misma clase presencial, pero en vez de estar en una sala está en una videoconferencia. No es lo que quisiéramos que fueran nuestras clases online. Los espacios de aprendizaje virtual tienen muchas características que se desaprovechan en esta modalidad y se pierde la interacción alumno-profesor, que también se puede hacer online pero dado este escenario no la podemos aprovechar”.
En línea con lo anterior, la doctora en Ciencias de la Computación remarcó que este nuevo escenario,
“es una oportunidad tremenda que los docentes se vuelvan más permeables del uso de nuevas tecnologías. Y discrepo con la resistencia al cambio. Los alumnos aprenden sobre cosas que les interesan y son super motivados, lo que pasa es que no aprenden lo que quisiéramos que aprendieran porque hemos desaprovechado la oportunidad de esa forma que tienen los jóvenes de aprender ahora, que ya no es ir a la biblioteca y sacar un libro".
ACOMPAÑAMIENTO: UNIVERSIDADES DISPUESTAS A ESCUCHAR
Para Jesús Cardona Quiroz, director Centro de Innovación y Emprendimiento de la Universidad Autónoma de Occidente (Colombia), el desafío está en lograr una real integración de la tecnología como herramientas de uso cotidiano. “Nos centramos mucho en la capacidad tecnológica, y sin duda que la tecnología juega un papel importante, pero ésta no es el centro de una transformación digital. La transformación digital no es digitalización, y por tanto no es tecnología, es parte de la cadena (…) La tecnología va a jugar un papel importante, pero sin un diseño adecuado de experiencia no lograremos un enganche adecuado con nuestro público objetivo, y no lograremos nuestra meta que es el aprendizaje”, remarcó.
Desde la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (Perú), la directora de Innovación y Transformación, Clery Neyra, comentó que desde su institución ya habían adelantado camino en el proceso, digitalizando servicios para la comunidad universitaria. “Desde el inicio hemos estado en contacto con los estudiantes para entregarles herramientas como ancho de banda y dispositivos que les permitan conectarse a clases. Coincido con los otros panelistas en que este no es un proceso solamente digital, también tiene que ver con la adopción y el uso de esa tecnología para poder aplicarla correctamente en la clase”.
“La parte central es que los estudiantes no sientan que los dejamos solos y tengan esta ansiedad de ‘quien me va a ayudar’. La mejor manera de atender al estudiante es que la universidad esté dispuesta a escuchar. Y eso es muy importante para poder tener este proceso de ajuste constante que tenemos que tener todas las instituciones, de ser flexibles y poder adaptarnos a este proceso que ha sido nuevo, de la forma como lo hemos experimentado ahora”, puntualizó.
PROFESORES ‘YOUTUBERS’
A juicio de Leonardo Madariaga, de la Universidad Federico Santa María (Chile), el desafío es que en el escenario actual “estamos compitiendo por la atención de las personas cuando hacemos lo que hacemos (en una sesión online), y el enganche se hace muy importante. Hablando con algunos colegas, me decían si ahora tenemos que transformarnos en youtubers o en alguien que hace stand up, que son buenos comunicadores. Y muchos estaban preocupados porque reconocían que no son buenos en eso”.
Desde su experiencia, la representante de la Casa de Bello hizo hincapié en que “ahí es donde entra, de manera clave, el diseño instruccional y el cómo apoyamos a los docentes desde la didáctica. No es necesario que un docente mantenga una hora y media, dos veces a la semana, en una videoconferencia atentos a su público. Hay muchas otras herramientas que pueden ser mucho mejores, y un buen diseño instruccional puede hacer que el alumno aprenda bien sin necesidad de que el profesor sea un youtuber”.
“Esta transición tenemos que aprovecharla, de permear a estos profesores, y va a ser mucho más fácil que puedan resolver el problema. Hoy estamos enfrentándolos a ‘haga clases online, no puede tener su sala’; y están todos resolviéndolo como pueden y al final ese es su activador de aprendizaje. Y cuando tratemos de entregarles herramientas didácticas para esta modalidad ya va a ser un poco más simple, y tendremos un grupo de docentes capacitados, por la motivación que ellos mismos van a tener”, finalizó Cecilia Saint-Pierre.
Revive el webinar en el sitio web de Edutic.