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28/12/2020
OPINIÓN: La Pandemia de los Notarios
11/01/2021– Un robot no hará daño a un ser humano ni, por inacción, permitirá que un ser humano sufra daño.
– Un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entren en conflicto con la primera ley.
– Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley.
Ni en las mejores fiestas de los 80´ hubo un baile del robot tan perfecto y literal como el que presentó Boston Dynamics. Eran prototipos, pero mostraban el equilibrio bajo el concepto de “Cambiar la idea de lo que los robots pueden hacer”. El escritor de literatura de anticipación Isaac Asimov, considerado como uno de los tres más grandes de la ciencia ficción, autor de libros sobre máquinas inteligentes y que falleció en 1992, habría sonreído y dicho “Yo lo pensé primero”.
Uno de los artefactos de la compañía es Spot, un robot móvil diseñado con sensores para capturar datos sin limites y “explorar sin fronteras”. Con una estructura similar a la de un perro, Spot es el tercer integrante de la banda de baile que se mueve al ritmo de “Do You Love Me”.
No son los primeros robots que bailan. Antes, en 2019
un grupo de máquinas había bailado hip hop y en algunas demostraciones de tecnología se mostraba a otros danzando “Gangnam Style”.
Pero el trío más reciente mostró más gracias que muchos humanos, entre los que se incluye el autor de esta nota.
Las leyes de la robótica, enunciadas por Asimov, impiden que un robot dañe a un ser humano, pero en una fiesta, podrían avergonzarlo.
