José Correa Haeussler: “El desafío es pensar en cómo la VTI aporta a que la Universidad haga mejor docencia, mejor investigación y mejor extensión”

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La nueva autoridad de la Casa de Bello recibe la responsabilidad de continuar el trabajo de esta joven vicerrectoría. Es el segundo líder de la unidad tras su fundador, José Miguel Piquer, y en este tercer año de vida sus focos estarán en el desarrollo de tecnologías de la información, como la Inteligencia Artificial, facilitar la interacción entre académicos, proyectos tecnológicos e investigaciones, y aportar a la modernización del Estado. “Nuestra vicerrectoría tiene un rol articulador”, plantea.

Dos semanas en el cargo lleva la nueva autoridad de la Vicerrectoría de Tecnologías de la Información (VTI) de la Universidad de Chile, quien aceptó la propuesta de la Rectora Rosa Devés para suceder en el cargo al profesor José Miguel Piquer, fundador de esta repartición. El vicerrector José Correa Haeussler es Profesor Titular del Departamento de Ingeniería Industrial de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Casa de Bello y especialista en operaciones. Lleva 15 años haciendo clases y, con este nuevo cargo, se quedará en la investigación con tesistas de magíster y doctorado.  

Algunas de las primeras misiones del ingeniero matemático de la U. de Chile, doctorado en Investigación de Operaciones del MIT y postdoctorado en Ciencias de la Computación en Beauchef, serán incorporar herramientas tecnológicas de información en la Casa de Bello, como el uso de la Inteligencia Artificial (IA) en la mejora de procesos y en la docencia, además de crear un data center para facilitar el flujo de la información. “Pensar en hacer docencia hoy día sin usar IA, de aquí a cinco años, yo creo que no tiene ningún sentido”, asegura. 

El profesor Correa, especialista en operaciones, dice que una de las metas a largo plazo de la Vicerrectoría de Tecnologías de la Información (VTI) de la U. de Chile es "lograr aportar en la modernización del Estado".

- ¿Cómo recibió esta invitación de nuestra Rectora?

Es toda una sorpresa, un desafío sorprendente. Así que con mucho ánimo. La tecnología obviamente es súper importante para cualquier organización hoy en día, en particular para las universidades. Así que la interacción entre la IA, la tecnología y los datos con el quehacer académico es fundamental y, por lo tanto, creo que ese es el desafío. Es un desafío atractivo. Es un momento interesante, están pasando cosas que son desafiantes. La Rectora me invitó a formar parte del equipo y para mí obviamente es un honor poder apoyarla. Esa es la principal motivación y el desafío es que la Universidad avance y que uno pueda aportar su granito de arena para que eso ocurra.

 

- La Inteligencia Artificial es el tema del momento...

Sí, la IA es una pequeña revolución en términos de las posibilidades que tenemos y esta nos obliga a adaptarnos. El chat GPT es solo un ejemplo, pero hay que pensar cómo incorporamos esto a la docencia, cómo garantizamos que esta sea una herramienta que nos ayude a tener una mejor docencia y no a que en el fondo nadie aprenda nada. 

 

- Hay universidades que han vuelto al lápiz y al papel 

Yo creo que hay dos tendencias. Una es como prohibirlo todo y la otra es que esto no lo podemos prohibir, no sacamos nada con hacerlo, así que usémoslo como herramienta. Y claro, uno puede tener alguna prueba con lápiz y papel, pero pensar en hacer docencia hoy día sin usar inteligencia artificial, de aquí a cinco años, yo creo que no tiene ningún sentido. Es un avance, como la llegada de Internet pero más rápido. Es un desafío enorme y la tecnología no nos va a dejar de sorprender. Van a aparecer cosas nuevas después que no las sabemos hoy día, seguramente.

 

- ¿Cuál cree que es su misión como vicerrector? 

Siento que la misión principal hoy día es consolidarla. Piquer fue un tremendo vicerrector, fundó esta Vicerrectoría, que es joven, tiene dos años, es muy nueva. Pasó de ser una Dirección de Tecnología a una Vicerrectoría. Y, con ese tránsito, creo que una cosa importante es que tiene que pasar a formar parte del corazón de las actividades de la Universidad: docencia, investigación y extensión. Entonces, yo creo que el desafío hoy día es pensar en cómo la VTI aporta a que la Universidad haga mejor docencia, mejor investigación y mejor extensión.

La parte de soporte, de que los sistemas funcionen, obviamente que sigue siendo muy importante. El apoyo de la tecnología en la gestión de la Universidad sigue siendo muy importante, pero es como el desde hoy día. La VTI ya ha empezado a dar pasos en esa dirección, está la Oficina de Educación Online, por ejemplo, pero yo siento que hay más cosas que ir haciendo en esa dirección, de forma de consolidar que la VTI sea una unidad que facilite la interacción entre los académicos de distintas facultades, que se logren generar proyectos vinculados con tecnología, data, de investigación importantes; y que logremos aportar en la modernización del Estado. Son cosas de súper largo plazo, pero siento que en esa dirección tenemos que movernos.

 

- ¿Cómo se imagina usted que será la Universidad del futuro? 

Es una pregunta muy difícil. Yo trabajo en temas que están en la intersección entre Economía y Ciencias de la Computación, estudiar sistemas donde hay distintos agentes con distintos intereses y que interactúan a través de ciertas plataformas. Pero las cosas que sí vemos que están ocurriendo y que seguirán avanzando son:

Una es el uso de datos en la investigación. Es algo que es cada vez más fuerte, o sea, la investigación soportada por datos es algo cada vez más importante en distintas disciplinas

Otra es la interdisciplinariedad en las actividades académicas en general. Las fronteras entre las distintas disciplinas son cada vez más borrosas y, por lo tanto, es importante generar iniciativas que reúnan a personas con backgrounds académicos distintos, y eso la tecnología lo puede facilitar de forma muy importante. 

Lo mismo con el acceso a información. Uno puede centralizar muchas de estas cosas con un data center que reúna datos para hacer investigación de distintas cosas, digamos, y que se puedan compartir. Puede haber repositorios grandes. La tecnología puede apoyar muchas de estas labores. En términos de docencia, también podemos pensar en tener iniciativas que sean más híbridas, donde podamos tener estudiantes de distintas facultades aprendiendo cosas que les pueden ser relevantes, y además, interactuando con sus homólogs de otros campus, ciudades y países, incluso. 




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